«Amo a Hitler»: crisis en las juventudes del Partido Republicano por chats racistas y xenófobos

16/10/2025 a las 03:51h. La revelación de chats internos de un grupo de líderes de los Young Republicans, las juventudes del Partido Republicano han sacudido a EE.UU.: las conversaciones de algunos de los integrantes de la próxima generación de dirigentes conservadores, algunos con incipientes responsabilidades en el ... partido, están llenas de comentarios difíciles de digerir. Desde alabanzas a Adolf Hitler a innumerables referencias racistas, como llamar «monos» a los negros o alusiones a llevar a sus rivales politicos «a la cámara de gas». El asunto ha provocado condenas tanto de demócratas como de republicanos y les ha costado el trabajo a varios de los implicados. Las conversaciones las ha revelado 'Politico', que ha tenido acceso a casi tres mil páginas de chats en los que participaban dirigentes de las juventudes republicanas de varios estados, como Nueva York, Kansas y Vermont. Las conversaciones se mantuvieron este año, entre los meses de enero y de agosto. Uno de sus grandes protagonistas es Peter Giunta, que era el presidente de los Jóvenes Republicanos del estado de Nueva York y que buscaba ser elegido para liderar la federación nacional de los grupos de juventudes de su partido, con 15.000 miembros y que agrupa a republicanos de entre 18 y 40 años. En una discusión sobre sus colegas de Michigan, que querían votar para la opción más a la derecha, Giunta reaccionó: «Genial, yo amo a Hitler». En otro momento, sobre la votación que le debía llevar a la presidencia, aseguró que «todo el que no me vote irá a la cámara de gas» y que iba a «crear algunos de los mejores métodos de tortura psicológica conocidos» «¿Podemos arreglar las duchas? Las cámaras de gas no encajan con la estética de Hitler», reaccionó otro miembro del chat, Joe Maligno, que era el asesor legal de los Jóvenes Republicanos del estado de Nueva York. «Estoy lista para ver a la gente quemarse», agregó Annie Kaykaty, otra integrante del grupo. Otro de los participantes activos en el chat ha sido William Hendrix, hasta ahora vicepresidente de las juventudes republicanas de Kansas. En más de de una decena de ocasiones, utilizó variaciones del término 'nigger' -'negrata'- para referirse a los negros, una expresión inaceptable en EE.UU. cuando la utilizan los blancos. También regó el chat de clichés racistas a la minoría negra, como el de comer sandías. Otros miembros del grupo utilizaron el término, también inaceptable en EE.UU., 'faggot' ('maricón'), calificaron las violaciones de «épicas», recurren a otros términos racistas como 'chink' ('chinata'), hicieron comentarios antisemitas («gordo judíos apestoso», dudaron de la honestidad de los judíos) o incluyeron referencias al supremacismo blanco, como el número 1488 (14 palabras de un eslógan en inglés de este movimiento, el 8 por la octava letra del alfabeto, la 'H', una referencia a 'Heil Hitler'). Una carrera política al traste «Para ver a monos jugar a la pelota, me voy al zoo», dijo Giunta cuando alguien preguntó en el chat si estaba viendo un partido de los 'playoff' de la NBA. En otra ocasión, recomendó a sus compañeros de partido sobre viajes en avión: «Si el piloto es una mujer y es diez capas más oscura que alguien de Sicilia, sal de ahí. Grita 'no, no'». Recordaba a un comentario que en su día hizo Charlie Kirk, el referente conservador, el ídolo de muchos jóvenes republicanos, asesinado el mes pasado. «Si veo a un piloto negro, me voy a poner como, tío, espero que esté cualificado». El escándalo de los chats de los jóvenes republicanos se conoció el mismo día que Trump impuso de forma póstuma la Medalla de la Libertad a Kirk. Giunta perdió la elección para liderar a los jóvenes republicanos a nivel nacional y, con la revelación de los chats, posiblemente su carrera política. Ha sido despedido como jefe de Gabinete de un diputado estatal de Nueva York. La misma suerte ha corrido Hendrix, de Kansas, que trabajaba para el fiscal general de su estado, Kris Kobach. Otros tres de los participantes en el chat se han quedado sin trabajo. Giunta contó en su día con el apoyo de la diputada Elise Stefanik, una favorita de Trump en el Congreso. Su oficina ha emitido ahora un comunicado en el que exige la dimisión de todos los implicados, al igual que han hecho los líderes republicanos de otros estados. Escándalo relativizado «Cuando decimos que el supremacismo blanco está creciendo en la derecha, nos llaman reaccionarios», criticó la diputada demócrata Yvette Clarke, que lidera el grupo de legisladores negros en el Congreso. «Pero el futuro del Partido Republicano abraza con orgullo un racismo que debería pertenecer a otro tiempo». Al final, la polémica no tardó en llegar a las esferas más altas de los republicanos. El vicepresidente de EE.UU., J.D. Vance, salió a quitar importancia a los comentarios racistas de esos jóvenes de su partido. «La realidad es que los jóvenes dicen cosas estúpidas, en especial los jóvenes», dijo Vance este miércoles. «Dicen chistes arriesgados, ofensiv

Oct 15, 2025 - 22:15
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«Amo a Hitler»: crisis en las juventudes del Partido Republicano por chats racistas y xenófobos
Javier Ansorena

La revelación de chats internos de un grupo de líderes de los Young Republicans, las juventudes del Partido Republicano han sacudido a EE.UU.: las conversaciones de algunos de los integrantes de la próxima generación de dirigentes conservadores, algunos con incipientes responsabilidades en el ... partido, están llenas de comentarios difíciles de digerir. Desde alabanzas a Adolf Hitler a innumerables referencias racistas, como llamar «monos» a los negros o alusiones a llevar a sus rivales politicos «a la cámara de gas». El asunto ha provocado condenas tanto de demócratas como de republicanos y les ha costado el trabajo a varios de los implicados.

En una discusión sobre sus colegas de Michigan, que querían votar para la opción más a la derecha, Giunta reaccionó: «Genial, yo amo a Hitler». En otro momento, sobre la votación que le debía llevar a la presidencia, aseguró que «todo el que no me vote irá a la cámara de gas» y que iba a «crear algunos de los mejores métodos de tortura psicológica conocidos»

«¿Podemos arreglar las duchas? Las cámaras de gas no encajan con la estética de Hitler», reaccionó otro miembro del chat, Joe Maligno, que era el asesor legal de los Jóvenes Republicanos del estado de Nueva York. «Estoy lista para ver a la gente quemarse», agregó Annie Kaykaty, otra integrante del grupo.

Otro de los participantes activos en el chat ha sido William Hendrix, hasta ahora vicepresidente de las juventudes republicanas de Kansas. En más de de una decena de ocasiones, utilizó variaciones del término 'nigger' -'negrata'- para referirse a los negros, una expresión inaceptable en EE.UU. cuando la utilizan los blancos. También regó el chat de clichés racistas a la minoría negra, como el de comer sandías.

Otros miembros del grupo utilizaron el término, también inaceptable en EE.UU., 'faggot' ('maricón'), calificaron las violaciones de «épicas», recurren a otros términos racistas como 'chink' ('chinata'), hicieron comentarios antisemitas («gordo judíos apestoso», dudaron de la honestidad de los judíos) o incluyeron referencias al supremacismo blanco, como el número 1488 (14 palabras de un eslógan en inglés de este movimiento, el 8 por la octava letra del alfabeto, la 'H', una referencia a 'Heil Hitler').

Una carrera política al traste

«Para ver a monos jugar a la pelota, me voy al zoo», dijo Giunta cuando alguien preguntó en el chat si estaba viendo un partido de los 'playoff' de la NBA. En otra ocasión, recomendó a sus compañeros de partido sobre viajes en avión: «Si el piloto es una mujer y es diez capas más oscura que alguien de Sicilia, sal de ahí. Grita 'no, no'». Recordaba a un comentario que en su día hizo Charlie Kirk, el referente conservador, el ídolo de muchos jóvenes republicanos, asesinado el mes pasado. «Si veo a un piloto negro, me voy a poner como, tío, espero que esté cualificado». El escándalo de los chats de los jóvenes republicanos se conoció el mismo día que Trump impuso de forma póstuma la Medalla de la Libertad a Kirk.

Giunta perdió la elección para liderar a los jóvenes republicanos a nivel nacional y, con la revelación de los chats, posiblemente su carrera política. Ha sido despedido como jefe de Gabinete de un diputado estatal de Nueva York. La misma suerte ha corrido Hendrix, de Kansas, que trabajaba para el fiscal general de su estado, Kris Kobach. Otros tres de los participantes en el chat se han quedado sin trabajo.

Giunta contó en su día con el apoyo de la diputada Elise Stefanik, una favorita de Trump en el Congreso. Su oficina ha emitido ahora un comunicado en el que exige la dimisión de todos los implicados, al igual que han hecho los líderes republicanos de otros estados.

Escándalo relativizado

«Cuando decimos que el supremacismo blanco está creciendo en la derecha, nos llaman reaccionarios», criticó la diputada demócrata Yvette Clarke, que lidera el grupo de legisladores negros en el Congreso. «Pero el futuro del Partido Republicano abraza con orgullo un racismo que debería pertenecer a otro tiempo».

Al final, la polémica no tardó en llegar a las esferas más altas de los republicanos. El vicepresidente de EE.UU., J.D. Vance, salió a quitar importancia a los comentarios racistas de esos jóvenes de su partido. «La realidad es que los jóvenes dicen cosas estúpidas, en especial los jóvenes», dijo Vance este miércoles. «Dicen chistes arriesgados, ofensivos. Es lo que hacen los chicos. Y yo de verdad no quiero que nos convertimas en un país donde un chico que diga un chiste estúpido -un chiste muy ofensivo y estúpido- vea su vida arruinada», dijo sobre los protagonistas del escándalo, todos ellos mayores de edad y algunos con responsabilidades incipientes en el partido.

En la víspera, Vance ya trató de relativizar el escándalo de la revelación de este chat, diciendo que era «mucho peor» la revelación de un comentario de un candidato demócrata a fiscal general en Virginia, Jay Jones, que había deseado en 2022 la muerte de un rival político en mensajes con un compañero de partido.

La reacción de Vance solo hizo arreciar las críticas de los demócratas y avivó las exigencias de los demócratas -como la del líder de la minoría en el Senado, Charles Schumer- a que tanto el vicepresidente como el propio Trump condenen los comentarios realizados por esos jóvenes republicanos. ABC Premium

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