El detenido por el ataque al tren en Londres llevaba un día a la fuga por otros tres incidentes
03/11/2025Actualizado 04/11/2025 a las 02:44h. Cuando el reloj marcaba casi la una de la madrugada del sábado, un pasajero fue apuñalado en la cara en la estación de Pontoon Dock, al este de Londres, en un ataque cuyo autor huyó antes de la llegada de la policía, que no logró ... dar con él. Las imágenes de las cámaras de seguridad y los testimonios recogidos por los investigadores permitieron más tarde vincular ese episodio con Anthony Williams, de 32 años y residente en Peterborough, quien, de acuerdo con la cronología establecida por las autoridades, permaneció casi diecinueve horas fuera del alcance de la policía hasta que fue detenido tras un segundo ataque con arma blanca, cometido esa misma tarde a bordo de un tren de alta velocidad de la compañía London North Eastern Railway (LNER). Ese segundo ataque tuvo lugar pasadas las 19.30 horas del mismo sábado, cuando el servicio Doncaster–King's Cross acababa de salir de Peterborough. Según la reconstrucción oficial, Williams comenzó a apuñalar a varios pasajeros con un cuchillo. Entre las víctimas se encuentra un trabajador ferroviario que trató de detenerlo y que, según confirmaron fuentes médicas, permanece hospitalizado en estado crítico. El tren fue desviado de emergencia a la estación de Huntingdon, donde agentes armados redujeron al sospechoso y procedieron a su arresto. La Fiscalía de la Corona presentó contra el sospechoso este lunes en el tribunal de Peterboroughonce cargos de intento de asesinato, diez por las víctimas del tren y uno por el ataque previo en Pontoon Dock, además de dos delitos de posesión de arma blanca y uno de lesiones con daño corporal, este último por una agresión a un agente policial tras su detención. La jefa de guardia de la Fiscalía, Tracy Easton, explicó que «la decisión de presentar cargos se adoptó tras revisar un gran volumen de pruebas, incluidos registros de CCTV y testimonios de testigos», y añadió que «los cargos se mantendrán bajo revisión a medida que avance el caso». Williams compareció ante la justicia vestido con un chándal gris y esposado, escoltado por cuatro agentes de seguridad, y fue enviado a prisión preventiva hasta la vista que tendrá lugar el 1 de diciembre. Las autoridades no consideran que los hechos tengan motivación terrorista, aunque mantienen abiertas varias líneas de investigación, entre ellas una evaluación de la salud mental del acusado y la posible conexión con otros tres incidentes violentos ocurridos en Peterborough en las horas previas. Y es que a las 19.10 del viernes, un menor de 14 años fue apuñalado en el centro de la ciudad pero los policías no consiguieron encontrar al agresor; unos minutos después un hombre armado con un cuchillo entró en una barbería de Fletton, un incidente que se comunicó a la policía cuando el sospechoso ya había abandonado el lugar así que no enviaron a ningún agente; y, finalmente, a las 09.25 del sábado, se produjo un nuevo aviso procedente de la misma barbería, mientras el hombre se encontraba todavía en el local, pero las patrullas desplazadas tampoco lograron localizarlo esta vez. Por otro lado, la ministra de Transporte, Heidi Alexander, declaró que «hay personas que hoy están vivas gracias» a la intervención del trabajador ferroviario herido, y describió su actuación como «un ejemplo extraordinario de valor y deber». El subjefe de la Policía de Transporte, Stuart Cundy, también subrayó que la reacción del personal y de los pasajeros permitió contener al atacante hasta su arresto. Tras los hechos, el Gobierno ordenó un refuerzo visible de la presencia policial en las principales estaciones de Londres, como King's Cross y St Pancras International, donde desde el domingo se desplegaron agentes armados. Preguntas sin respuesta La titular de Interior, Shabana Mahmood, rindió homenaje en la Cámara de los Comunes a la «valentía sobrecogedora» del personal ferroviario y de los pasajeros del tren, durante una declaración en la que añadió que Williams «no era conocido por los servicios de seguridad, ni por la policía antiterrorista ni por el programa Prevent», y reconoció que el país tiene «demasiadas preguntas aún sin respuesta». El debate político se amplió con la intervención del conservador Chris Philp, quien pidió en la Cámara «endurecer las penas por portar armas blancas» y «aumentar de manera drástica el uso del «stop and search» (la facultad policial que permite a los agentes detener e inspeccionar a una persona o vehículo sin orden judicial cuando existe una sospecha razonable, por ejemplo, de portar armas, drogas o artículos robados) para retirar cuchillos de las calles. La ministra coincidió en que «el nivel de delitos con arma blanca» es actualmente «demasiado alto» y anunció que el Gobierno elaborará un marco legal que permita a todas las fuerzas policiales emplear tecnología de reconocimiento facial «con seguridad jurídica y sin temor a litigios». Mahmood subrayó que el Ejecutivo «apoyará el uso de estas herramientas» y destacó la necesidad de
Cuando el reloj marcaba casi la una de la madrugada del sábado, un pasajero fue apuñalado en la cara en la estación de Pontoon Dock, al este de Londres, en un ataque cuyo autor huyó antes de la llegada de la policía, que no logró ... dar con él. Las imágenes de las cámaras de seguridad y los testimonios recogidos por los investigadores permitieron más tarde vincular ese episodio con Anthony Williams, de 32 años y residente en Peterborough, quien, de acuerdo con la cronología establecida por las autoridades, permaneció casi diecinueve horas fuera del alcance de la policía hasta que fue detenido tras un segundo ataque con arma blanca, cometido esa misma tarde a bordo de un tren de alta velocidad de la compañía London North Eastern Railway (LNER).
Ese segundo ataque tuvo lugar pasadas las 19.30 horas del mismo sábado, cuando el servicio Doncaster–King's Cross acababa de salir de Peterborough. Según la reconstrucción oficial, Williams comenzó a apuñalar a varios pasajeros con un cuchillo. Entre las víctimas se encuentra un trabajador ferroviario que trató de detenerlo y que, según confirmaron fuentes médicas, permanece hospitalizado en estado crítico. El tren fue desviado de emergencia a la estación de Huntingdon, donde agentes armados redujeron al sospechoso y procedieron a su arresto.
La Fiscalía de la Corona presentó contra el sospechoso este lunes en el tribunal de Peterboroughonce cargos de intento de asesinato, diez por las víctimas del tren y uno por el ataque previo en Pontoon Dock, además de dos delitos de posesión de arma blanca y uno de lesiones con daño corporal, este último por una agresión a un agente policial tras su detención. La jefa de guardia de la Fiscalía, Tracy Easton, explicó que «la decisión de presentar cargos se adoptó tras revisar un gran volumen de pruebas, incluidos registros de CCTV y testimonios de testigos», y añadió que «los cargos se mantendrán bajo revisión a medida que avance el caso». Williams compareció ante la justicia vestido con un chándal gris y esposado, escoltado por cuatro agentes de seguridad, y fue enviado a prisión preventiva hasta la vista que tendrá lugar el 1 de diciembre.
Las autoridades no consideran que los hechos tengan motivación terrorista, aunque mantienen abiertas varias líneas de investigación, entre ellas una evaluación de la salud mental del acusado y la posible conexión con otros tres incidentes violentos ocurridos en Peterborough en las horas previas. Y es que a las 19.10 del viernes, un menor de 14 años fue apuñalado en el centro de la ciudad pero los policías no consiguieron encontrar al agresor; unos minutos después un hombre armado con un cuchillo entró en una barbería de Fletton, un incidente que se comunicó a la policía cuando el sospechoso ya había abandonado el lugar así que no enviaron a ningún agente; y, finalmente, a las 09.25 del sábado, se produjo un nuevo aviso procedente de la misma barbería, mientras el hombre se encontraba todavía en el local, pero las patrullas desplazadas tampoco lograron localizarlo esta vez.
Por otro lado, la ministra de Transporte, Heidi Alexander, declaró que «hay personas que hoy están vivas gracias» a la intervención del trabajador ferroviario herido, y describió su actuación como «un ejemplo extraordinario de valor y deber». El subjefe de la Policía de Transporte, Stuart Cundy, también subrayó que la reacción del personal y de los pasajeros permitió contener al atacante hasta su arresto. Tras los hechos, el Gobierno ordenó un refuerzo visible de la presencia policial en las principales estaciones de Londres, como King's Cross y St Pancras International, donde desde el domingo se desplegaron agentes armados.
Preguntas sin respuesta
La titular de Interior, Shabana Mahmood, rindió homenaje en la Cámara de los Comunes a la «valentía sobrecogedora» del personal ferroviario y de los pasajeros del tren, durante una declaración en la que añadió que Williams «no era conocido por los servicios de seguridad, ni por la policía antiterrorista ni por el programa Prevent», y reconoció que el país tiene «demasiadas preguntas aún sin respuesta».
El debate político se amplió con la intervención del conservador Chris Philp, quien pidió en la Cámara «endurecer las penas por portar armas blancas» y «aumentar de manera drástica el uso del «stop and search» (la facultad policial que permite a los agentes detener e inspeccionar a una persona o vehículo sin orden judicial cuando existe una sospecha razonable, por ejemplo, de portar armas, drogas o artículos robados) para retirar cuchillos de las calles. La ministra coincidió en que «el nivel de delitos con arma blanca» es actualmente «demasiado alto» y anunció que el Gobierno elaborará un marco legal que permita a todas las fuerzas policiales emplear tecnología de reconocimiento facial «con seguridad jurídica y sin temor a litigios». Mahmood subrayó que el Ejecutivo «apoyará el uso de estas herramientas» y destacó la necesidad de «aprovechar las tecnologías emergentes» para reforzar la prevención de este tipo de crímenes.
Entre las víctimas del ataque en el tren se encuentra un aficionado del Nottingham Forest Stephen Crean, quien relató a la prensa local que el sospechoso le preguntó «¿Quieres morir?» antes de apuñalarlo seis veces, y el futbolista del Scunthorpe United Jonathan Gjoshe, herido en el brazo, según confirmó su club en un comunicado en el que envió «sus mejores deseos a todos los afectados».
El exjefe de la Policía de Transporte, Andy Trotter, elogió la respuesta de los servicios de emergencia y del personal ferroviario, pero advirtió de la necesidad de «revisar de forma más amplia los protocolos de seguridad en trenes y estaciones, así como la dotación de agentes en la red». La ministra Alexander insistió en que el sistema ferroviario británico «sigue siendo un entorno de baja criminalidad» y descartó la implantación de controles de seguridad tipo aeropuerto, a los que calificó de «impracticables» en una red que transporta millones de pasajeros cada día.
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