La crisis política francesa complica el proyecto de Macron de reconocer al Estado palestino
25/07/2025Actualizado a las 13:33h. Francia reconocerá a Palestina en septiembre… si la crisis nacional francesa no lo impide. Emmanuel Macron anunció por vez primera el reconocimiento de Palestina el pasado mes de abril, presentado como un «acontecimiento histórico»: «Nuestro proyecto es copresidir con Arabia Saudí una conferencia ... que podría terminar lanzando un nuevo proceso de paz. En un momento u otro debemos participar en esa dinámica colectiva, apoyando a quienes defienden a Palestina, y, al mismo tiempo, pueden reconocer a Israel. Es una manera de comprometernos en la seguridad colectiva de Oriente Próximo, saliendo al paso de quienes, como Irán, niegan a Israel el derecho de existir». Semanas más tarde, a primeros de junio, el mismo Macron anunció un 'frenazo' de tal proyecto, tras una sucesión de catástrofes que impedían llevar a la práctica tal ambición. Apenas un mes más tarde, la tarde de este jueves, el presidente francés anunció, a título personal, un nuevo proyecto de reconocimiento de Palestina, presentado como una decisión personal: «Fiel a su compromiso histórico con una paz duradera en Oriente Próximo, he decidido que Francia reconocerá al Estado de Palestina». El ministro francés de Asuntos Exteriores debe confirmar tal proyecto, a materializar el mes de septiembre en Nueva York, en la Asamblea General de Naciones Unidas. Tan ambicioso proyecto histórico deberá sortear la grave crisis política e institucional de Francia, la peor desde la fundación de la V República, entre 1958 y 1962. Tras seis meses de negociaciones sin éxito, el Gobierno de Emmanuel Macron, con François Bayrou como primer ministro, decidió irse de vacaciones, hace semanas, ante la imposibilidad de aprobar los presupuestos del Estado en la Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento Nacional. Así, quedó aplazada hasta septiembre la discusión de las cuentas de la nación. Extrema izquierda y extrema derecha, las fuerzas mayoritarias en la AN, anunciaron que presentarían una moción de censura si el Gobierno de Bayrou, presidido por Macron, no respetaba sus «líneas rojas». El reconocimiento de Palestina no tiene nada que ver con la estabilidad del Gobierno francés. Pero un reconocimiento palestino con una Francia caída de hinojos en su crisis política, al borde de una moción de censura, daría una imagen confusa, de una utilidad práctica muy relativa, complicando muy mucho las relaciones de París con el Ejecutivo de Alemania, sencillamente hostil al reconocimiento proyectado por Macron. En la misma línea, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, ha publicado un comunicado en la red social X donde reconoce que Washington «rechaza enérgicamente el plan de Emmanuel Macron de reconocer un Estado palestino en la Asamblea General de ONU». Además, denuncia que «esta imprudente decisión solo sirve a la propaganda de Hamás y hace retroceder la paz». «Es una bofetada a las víctimas del 7 de octubre», ha añadido. Dos días antes del anuncio macroniano sobre Palestina, Bruno Retailleau, ministro del Interior y líder de la derecha histórica, declaró que «el macronismo no sobrevivirá a Macron». Con esa declaración se confirmaba la incomprensión y no entendimiento del presidente con buena parte de su frágil y heteróclita mayoría parlamentaria relativa. Macron ha pedido a su primer ministro que «ponga orden» en su gobierno. Orden o desorden que tampoco será un argumento de peso para hacer la importancia de la deseada realidad del reconocimiento de Palestina. Macron espera reconocer al Estado palestino el próximo mes de septiembre. Justo cuando los diputados franceses volverán de las vacaciones para abordar el espinoso problema de la aprobación o censura de los presupuestos del Estado. Si Marine Le Pen (extrema derecha) o Jean-Luc Mélenchon, extrema izquierda, anunciasen un proyecto de censura del Gobierno francés, entre septiembre u octubre, el reconocimiento de Palestina correría el riesgo de verse envuelto en la confusa y crítica crisis política nacional francesa. Límite de sesiones alcanzadas El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos. Volver a intentar Has superado el límite de sesiones Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto. Sigue navegando Artículo solo para suscriptores Si ya estáis suscrito, inicia sesión Reportar un error

Francia reconocerá a Palestina en septiembre… si la crisis nacional francesa no lo impide. Emmanuel Macron anunció por vez primera el reconocimiento de Palestina el pasado mes de abril, presentado como un «acontecimiento histórico»: «Nuestro proyecto es copresidir con Arabia Saudí una conferencia ... que podría terminar lanzando un nuevo proceso de paz. En un momento u otro debemos participar en esa dinámica colectiva, apoyando a quienes defienden a Palestina, y, al mismo tiempo, pueden reconocer a Israel. Es una manera de comprometernos en la seguridad colectiva de Oriente Próximo, saliendo al paso de quienes, como Irán, niegan a Israel el derecho de existir».
Semanas más tarde, a primeros de junio, el mismo Macron anunció un 'frenazo' de tal proyecto, tras una sucesión de catástrofes que impedían llevar a la práctica tal ambición. Apenas un mes más tarde, la tarde de este jueves, el presidente francés anunció, a título personal, un nuevo proyecto de reconocimiento de Palestina, presentado como una decisión personal: «Fiel a su compromiso histórico con una paz duradera en Oriente Próximo, he decidido que Francia reconocerá al Estado de Palestina».
El ministro francés de Asuntos Exteriores debe confirmar tal proyecto, a materializar el mes de septiembre en Nueva York, en la Asamblea General de Naciones Unidas. Tan ambicioso proyecto histórico deberá sortear la grave crisis política e institucional de Francia, la peor desde la fundación de la V República, entre 1958 y 1962.
Tras seis meses de negociaciones sin éxito, el Gobierno de Emmanuel Macron, con François Bayrou como primer ministro, decidió irse de vacaciones, hace semanas, ante la imposibilidad de aprobar los presupuestos del Estado en la Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento Nacional. Así, quedó aplazada hasta septiembre la discusión de las cuentas de la nación. Extrema izquierda y extrema derecha, las fuerzas mayoritarias en la AN, anunciaron que presentarían una moción de censura si el Gobierno de Bayrou, presidido por Macron, no respetaba sus «líneas rojas».
El reconocimiento de Palestina no tiene nada que ver con la estabilidad del Gobierno francés. Pero un reconocimiento palestino con una Francia caída de hinojos en su crisis política, al borde de una moción de censura, daría una imagen confusa, de una utilidad práctica muy relativa, complicando muy mucho las relaciones de París con el Ejecutivo de Alemania, sencillamente hostil al reconocimiento proyectado por Macron. En la misma línea, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, ha publicado un comunicado en la red social X donde reconoce que Washington «rechaza enérgicamente el plan de Emmanuel Macron de reconocer un Estado palestino en la Asamblea General de ONU». Además, denuncia que «esta imprudente decisión solo sirve a la propaganda de Hamás y hace retroceder la paz». «Es una bofetada a las víctimas del 7 de octubre», ha añadido.
Dos días antes del anuncio macroniano sobre Palestina, Bruno Retailleau, ministro del Interior y líder de la derecha histórica, declaró que «el macronismo no sobrevivirá a Macron». Con esa declaración se confirmaba la incomprensión y no entendimiento del presidente con buena parte de su frágil y heteróclita mayoría parlamentaria relativa. Macron ha pedido a su primer ministro que «ponga orden» en su gobierno. Orden o desorden que tampoco será un argumento de peso para hacer la importancia de la deseada realidad del reconocimiento de Palestina.
Macron espera reconocer al Estado palestino el próximo mes de septiembre. Justo cuando los diputados franceses volverán de las vacaciones para abordar el espinoso problema de la aprobación o censura de los presupuestos del Estado. Si Marine Le Pen (extrema derecha) o Jean-Luc Mélenchon, extrema izquierda, anunciasen un proyecto de censura del Gobierno francés, entre septiembre u octubre, el reconocimiento de Palestina correría el riesgo de verse envuelto en la confusa y crítica crisis política nacional francesa.
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