Ofensiva diplomática de EE.UU. en Israel para apuntalar el acuerdo de paz de Trump

20/10/2025Actualizado 21/10/2025 a las 03:02h. La violencia en Gaza de este fin de semana, con Israel y Hamás acusándose mutuamente de vulnerar sus compromisos para acabar con la guerra en la Franja, ha hecho temer que el proceso impulsado por Donald Trump acabe en el cementerio de acuerdos ... rotos en intentos de llegar a la paz en Oriente Próximo. Este lunes, los enviados de Trump para liderar las negociaciones entre Israel y Hamás -su amigo Steve Witkoff, su yerno Jared Kushner- han regresado a territorio israelí, después de la fragilidad mostrada por el cese de las hostilidades en los últimos días: choques violentos de Hamás contra clanes rivales, con decenas de muertos; dos soldados israelíes fallecidos en un incidente del que Israel acusa al grupo terrorista palestino, lo que motivó una respuesta contundente del Ejército de Israel, con una treintena de víctimas palestinas; y el anuncio del corte del envío de ayuda humanitaria. Este era un viaje para el seguimiento de los acuerdos que ya estaba agendado, pero que cobra más relevancia ante lo ocurrido durante el fin de semana. Witkoff y Kushner mantuvieron el lunes una reunión con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en la que hablaron sobre «desarrollos y actualizaciones de la situación en la región», según dijo su portavoz, Shosh Bedrosian. La ofensiva diplomática se completa esta semana con el viaje a Israel del vicepresidente de EE.UU., J. D. Vance, que se espera que llegue este martes a Tel Aviv y que pasará varios días en el país. La visita del segundo de Trump fue anunciada por el propio Netanyahu durante un discurso este lunes ante la Knéset, el parlamento israelí. En él, el primer ministro israelí defendió que su Gobierno seguirá adelante con operaciones militares contra Hamás hasta desarmar y desmantelar a la organización terrorista, aunque esas operaciones estén ahora detenidas. También detalló que el domingo Israel lanzó 153 toneladas de bombas sobre Gaza como respuesta al ataque a sus soldados. «Una de nuestras manos empuña un arma, la otra está extendida para la paz», aseguró, en una imagen que recordaba a aquel discurso en 1974 del líder palestino Yasser Arafat ante el pleno de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, en el que dijo que venía «con una rama de oliva y con una pistola». Tras la violencia grave del fin de semana, este lunes la situación se había estabilizado en Gaza. Tanto Israel como Hamás aseguraban que estaban cumpliendo los acuerdos y que no estaban violando el alto el fuego. El Gobierno israelí defendió que no impediría la entrada de ayuda humanitaria en la Franja. El retorno de los cuerpos La presencia de los enviados de Trump a Israel servirá para apuntar esos acuerdos y supervisar los puntos que provocan mayores fricciones. Por un lado, la indignación israelí sobre el retorno de los cadáveres de rehenes que siguen en manos de Hamás. Las dificultades para localizar y extraer los cuerpos ha supuesto un retraso en este proceso, que prevé la devolución de la totalidad –28– de esos cadáveres. Estaba previsto que la noche del lunes se produjera la entrega de uno de ellos a las autoridades israelíes. Pero, también, para mantener a Netanyahu dentro del acuerdo y que no lo ponga en peligro con operaciones militares en la Franja. De forma paralela, Egipto, que ha sido otro de los mediadores de los acuerdos, inició este lunes con el mismo objetivo conversaciones con Hamás, a través de su líder negociador, Khalil al Hayya. Desde Washington, Trump confiaba de nuevo en que la organización terrorista palestina cumplirá con su parte para que no se descarrile su proceso de paz. «Por primera vez hemos llegado a un acuerdo con Hamás. Y van a ser muy buenos, se van a portar bien, van a ser amables», dijo en la resaca de esos episodios de violencia. «Si no se comportan, vamos a entrar y erradicarlos», agregó Trump. Visita de Vance Aunque Trump lleva hablando así, en primera persona del plural, en referencia a EE.UU., sobre cómo responder a Hamás si el acuerdo decae por su culpa, volvió a dejar claro que no será su ejército quien ponga firme al grupo terrorista. «No, no mandaremos soldados al terreno. No lo necesitamos. Hay muchos otros países que han firmado el acuerdo, son 59 países», dijo sobre los países que se adhirieron, según su versión, al acuerdo. «Además, Israel podría entrar ahí en dos minutos. Yo podría decirles ‘entrad ahí y arreglad eso’. Pero por ahora no lo hemos dicho. Vamos a darles una pequeña oportunidad y esperemos que haya menos violencia». La presencia en Israel de Vance –que hasta ahora ha tenido un papel secundario en el gran logro diplomático del presidente de EE.UU. en lo que va de segundo mandato– tiene que ver más con la siguiente fase del proceso de paz, mucho más compleja: el establecimiento de un Gobierno de transición en Gaza liderado por tecnócratas palestinos -algo de lo que Hamás también iba a discutir con Egipto-, el desarme y desmantelamiento de la organización terrorista pal

Oct 20, 2025 - 20:31
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Ofensiva diplomática de EE.UU. en Israel para apuntalar el acuerdo de paz de Trump
Javier Ansorena

La violencia en Gaza de este fin de semana, con Israel y Hamás acusándose mutuamente de vulnerar sus compromisos para acabar con la guerra en la Franja, ha hecho temer que el proceso impulsado por Donald Trump acabe en el cementerio de acuerdos ... rotos en intentos de llegar a la paz en Oriente Próximo. Este lunes, los enviados de Trump para liderar las negociaciones entre Israel y Hamás -su amigo Steve Witkoff, su yerno Jared Kushner- han regresado a territorio israelí, después de la fragilidad mostrada por el cese de las hostilidades en los últimos días: choques violentos de Hamás contra clanes rivales, con decenas de muertos; dos soldados israelíes fallecidos en un incidente del que Israel acusa al grupo terrorista palestino, lo que motivó una respuesta contundente del Ejército de Israel, con una treintena de víctimas palestinas; y el anuncio del corte del envío de ayuda humanitaria.

La visita del segundo de Trump fue anunciada por el propio Netanyahu durante un discurso este lunes ante la Knéset, el parlamento israelí. En él, el primer ministro israelí defendió que su Gobierno seguirá adelante con operaciones militares contra Hamás hasta desarmar y desmantelar a la organización terrorista, aunque esas operaciones estén ahora detenidas.

También detalló que el domingo Israel lanzó 153 toneladas de bombas sobre Gaza como respuesta al ataque a sus soldados. «Una de nuestras manos empuña un arma, la otra está extendida para la paz», aseguró, en una imagen que recordaba a aquel discurso en 1974 del líder palestino Yasser Arafat ante el pleno de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, en el que dijo que venía «con una rama de oliva y con una pistola».

Tras la violencia grave del fin de semana, este lunes la situación se había estabilizado en Gaza. Tanto Israel como Hamás aseguraban que estaban cumpliendo los acuerdos y que no estaban violando el alto el fuego. El Gobierno israelí defendió que no impediría la entrada de ayuda humanitaria en la Franja.

El retorno de los cuerpos

La presencia de los enviados de Trump a Israel servirá para apuntar esos acuerdos y supervisar los puntos que provocan mayores fricciones. Por un lado, la indignación israelí sobre el retorno de los cadáveres de rehenes que siguen en manos de Hamás. Las dificultades para localizar y extraer los cuerpos ha supuesto un retraso en este proceso, que prevé la devolución de la totalidad –28– de esos cadáveres. Estaba previsto que la noche del lunes se produjera la entrega de uno de ellos a las autoridades israelíes. Pero, también, para mantener a Netanyahu dentro del acuerdo y que no lo ponga en peligro con operaciones militares en la Franja.

De forma paralela, Egipto, que ha sido otro de los mediadores de los acuerdos, inició este lunes con el mismo objetivo conversaciones con Hamás, a través de su líder negociador, Khalil al Hayya.

Desde Washington, Trump confiaba de nuevo en que la organización terrorista palestina cumplirá con su parte para que no se descarrile su proceso de paz.

«Por primera vez hemos llegado a un acuerdo con Hamás. Y van a ser muy buenos, se van a portar bien, van a ser amables», dijo en la resaca de esos episodios de violencia. «Si no se comportan, vamos a entrar y erradicarlos», agregó Trump.

Visita de Vance

Aunque Trump lleva hablando así, en primera persona del plural, en referencia a EE.UU., sobre cómo responder a Hamás si el acuerdo decae por su culpa, volvió a dejar claro que no será su ejército quien ponga firme al grupo terrorista.

«No, no mandaremos soldados al terreno. No lo necesitamos. Hay muchos otros países que han firmado el acuerdo, son 59 países», dijo sobre los países que se adhirieron, según su versión, al acuerdo. «Además, Israel podría entrar ahí en dos minutos. Yo podría decirles ‘entrad ahí y arreglad eso’. Pero por ahora no lo hemos dicho. Vamos a darles una pequeña oportunidad y esperemos que haya menos violencia».

La presencia en Israel de Vance –que hasta ahora ha tenido un papel secundario en el gran logro diplomático del presidente de EE.UU. en lo que va de segundo mandato– tiene que ver más con la siguiente fase del proceso de paz, mucho más compleja: el establecimiento de un Gobierno de transición en Gaza liderado por tecnócratas palestinos -algo de lo que Hamás también iba a discutir con Egipto-, el desarme y desmantelamiento de la organización terrorista palestina o el establecimiento de una fuerza de estabilización internacional.

En este último punto, ya se dan los primeros pasos: Egipto apunta a ser quien lidere esa fuerza de seguridad en Gaza, que se impulsará a través de una moción de la ONU apoyada por los países europeos y por EE.UU., según ‘The Guardian’. No será una fuerza de paz propia de la ONU, sino un contingente internacional con poderes similares a las tropas internacionales en Haití para hacer frente a las bandas criminales. En un principio, no se espera que participen soldados europeos ni estadounidenses, más allá de efectivos para supervisión del proceso, pero no operando en el terreno, como se ha hecho con los 200 soldados enviados por EE.UU. a Israel con ese propósito. ABC Premium

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