‘Rentrée’ caliente del primer ministro francés: moción de confianza y paros
25/08/2025Actualizado a las 21:30h. François Bayrou, primer ministro francés y jefe de Gobierno, presentó en julio un balance catastrófico de las finanzas del país. Este lunes, 44 días después, anunció una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional para el próximo 8 de septiembre, en la que se debatirá ... un presupuesto estatal ampliamente rechazado por la mayoría de las fuerzas políticas, y se votará una moción de confianza. La extrema derecha y la extrema izquierda, hoy las principales fuerzas políticas en Francia, rechazan el proyecto de Bayrou, amenazando con precipitar la caída del Gobierno y profundizar una crisis histórica sin precedentes. Marine Le Pen, fundadora de Agrupación Nacional (extrema derecha), primer partido de Francia, reaccionó con un rechazo brutal al proyecto de Bayrou, pidiendo la convocatoria de elecciones anticipadas: «Solo la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones permitirá a los franceses elegir su destino». Por su parte, Jordan Bardella, presidente del partido señaló que «François Bayrou acaba de anunciar el fin de su Gobierno, minado por el inmovilismo satisfecho. Nuestro partido no votará nunca la confianza a un Gobierno que no tiene la confianza del pueblo francés». El líder emergente de la extrema derecha de la familia Le Pen anuncia un proyecto político «alternativo», que pasa por la censura, el hundimiento del Gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas: «Nuestros compatriotas esperan la alternancia política. Nosotros estamos preparados». Laure Lavalette, portavoz del partido de Marine Le Pen, insiste en el cuestionamiento y en la idea de derrocar al gobierno: «Bayrou ha hecho una crítica radical de la situación. Lleva razón. Debe largarse y que otros ocupen su lugar. Estamos dispuestos». «Que se marche» Mathilde Panot, portavoz de La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda), el segundo partido francés, reaccionó en los mismos y amenazantes términos: «Antes que asumir el caos provocado por el presidente Emmanuel Macron, Bayrou ha preferido elegir una fecha para largarse. Tomamos nota. Que se marche. El pueblo francés no los quiere». Antes de conocer esa grave «amenaza existencial», Bayrou intentó «contentar» a casi todo el abanico político nacional. Sindicatos, izquierdistas y ecologistas han convocado una gran jornada de protesta nacional, el próximo 10 de septiembre, con la «ambición» de paralizar Francia «indefinidamente». A juicio de Bayrou, esa jornada es un riesgo de «caos nacional». Ante esos desafíos y amenazas, sin precedentes en la historia de la V República, fundada entre 1958 y 1962, Bayrou comenzó su rueda de prensa con una larga y sombría exposición de los peligros nacionales e internacionales que amenazan el futuro de Francia y el futuro del continente: «Europa está dividida y es impotente ante el comportamiento rapaz de los imperios», dijo en alusión a EE.UU., China, Rusia. «Ante esa situación, inquietante, Francia está en peligro grave, víctima de su endeudamiento. Desde hace más de veinte años, cada hora que pasa la deuda del Estado aumenta en 12 millones de euros. Esa deuda es hoy la primera carga de los presupuestos del Estado. El pago de los intereses de la deuda es más importante que los presupuestos de Educación y Defensa». Esa tragedia nacional es bien conocida. Comenzó con François Mitterrand (1981-1985) y continuó con Jacques Chirac (1995-2007), Nicolas Sarkozy (2007-2012), François Hollande (2012-2017) y Emmanuel Macron (elegido por vez primera el 2017). Bayrou propone decisiones relativamente modestas, que son rechazadas por todo el abanico político nacional. Reducir 44.000 millones El primer ministro propone reducir en 44.000 millones de euros los presupuestos del Estado del año que viene. Este lunes por la tarde, Bayrou arremetió con mucha energía contra sus principales detractores. Ante la gran jornada de lucha y manifestaciones del día 10, Bayrou denuncia con energía: «Por ese camino, Francia se dirige al caos y la ruina». Ante el Partido Socialista, dividido sobre el proyecto de censura o no censura del Gobierno, Bayrou está dispuesto a «negociar». Ante el resto de las fuerzas políticas, Los Republicanos (derecha tradicional), y varios grupúsculos centristas, el Gobierno presentará sus presupuestos el 8 de septiembre y los diputados deberán votar o rechazar ese proyecto. Dudas y riesgos muy graves, para Francia y Europa. A juicio de Bayrou, Francia «está al borde del caos y la crisis sin precedentes del endeudamiento, en una geografía mundial inquietante». Límite de sesiones alcanzadas El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos. Volver a intentar Has superado el límite de sesiones Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto. Sigue navegand

François Bayrou, primer ministro francés y jefe de Gobierno, presentó en julio un balance catastrófico de las finanzas del país. Este lunes, 44 días después, anunció una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional para el próximo 8 de septiembre, en la que se debatirá ... un presupuesto estatal ampliamente rechazado por la mayoría de las fuerzas políticas, y se votará una moción de confianza.
La extrema derecha y la extrema izquierda, hoy las principales fuerzas políticas en Francia, rechazan el proyecto de Bayrou, amenazando con precipitar la caída del Gobierno y profundizar una crisis histórica sin precedentes.
Marine Le Pen, fundadora de Agrupación Nacional (extrema derecha), primer partido de Francia, reaccionó con un rechazo brutal al proyecto de Bayrou, pidiendo la convocatoria de elecciones anticipadas: «Solo la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones permitirá a los franceses elegir su destino».
Por su parte, Jordan Bardella, presidente del partido señaló que «François Bayrou acaba de anunciar el fin de su Gobierno, minado por el inmovilismo satisfecho. Nuestro partido no votará nunca la confianza a un Gobierno que no tiene la confianza del pueblo francés». El líder emergente de la extrema derecha de la familia Le Pen anuncia un proyecto político «alternativo», que pasa por la censura, el hundimiento del Gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas: «Nuestros compatriotas esperan la alternancia política. Nosotros estamos preparados».
Laure Lavalette, portavoz del partido de Marine Le Pen, insiste en el cuestionamiento y en la idea de derrocar al gobierno: «Bayrou ha hecho una crítica radical de la situación. Lleva razón. Debe largarse y que otros ocupen su lugar. Estamos dispuestos».
«Que se marche»
Mathilde Panot, portavoz de La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda), el segundo partido francés, reaccionó en los mismos y amenazantes términos: «Antes que asumir el caos provocado por el presidente Emmanuel Macron, Bayrou ha preferido elegir una fecha para largarse. Tomamos nota. Que se marche. El pueblo francés no los quiere».
Antes de conocer esa grave «amenaza existencial», Bayrou intentó «contentar» a casi todo el abanico político nacional. Sindicatos, izquierdistas y ecologistas han convocado una gran jornada de protesta nacional, el próximo 10 de septiembre, con la «ambición» de paralizar Francia «indefinidamente». A juicio de Bayrou, esa jornada es un riesgo de «caos nacional».
Ante esos desafíos y amenazas, sin precedentes en la historia de la V República, fundada entre 1958 y 1962, Bayrou comenzó su rueda de prensa con una larga y sombría exposición de los peligros nacionales e internacionales que amenazan el futuro de Francia y el futuro del continente: «Europa está dividida y es impotente ante el comportamiento rapaz de los imperios», dijo en alusión a EE.UU., China, Rusia. «Ante esa situación, inquietante, Francia está en peligro grave, víctima de su endeudamiento. Desde hace más de veinte años, cada hora que pasa la deuda del Estado aumenta en 12 millones de euros. Esa deuda es hoy la primera carga de los presupuestos del Estado. El pago de los intereses de la deuda es más importante que los presupuestos de Educación y Defensa».
Esa tragedia nacional es bien conocida. Comenzó con François Mitterrand (1981-1985) y continuó con Jacques Chirac (1995-2007), Nicolas Sarkozy (2007-2012), François Hollande (2012-2017) y Emmanuel Macron (elegido por vez primera el 2017). Bayrou propone decisiones relativamente modestas, que son rechazadas por todo el abanico político nacional.
Reducir 44.000 millones
El primer ministro propone reducir en 44.000 millones de euros los presupuestos del Estado del año que viene. Este lunes por la tarde, Bayrou arremetió con mucha energía contra sus principales detractores.
Ante la gran jornada de lucha y manifestaciones del día 10, Bayrou denuncia con energía: «Por ese camino, Francia se dirige al caos y la ruina». Ante el Partido Socialista, dividido sobre el proyecto de censura o no censura del Gobierno, Bayrou está dispuesto a «negociar».
Ante el resto de las fuerzas políticas, Los Republicanos (derecha tradicional), y varios grupúsculos centristas, el Gobierno presentará sus presupuestos el 8 de septiembre y los diputados deberán votar o rechazar ese proyecto. Dudas y riesgos muy graves, para Francia y Europa. A juicio de Bayrou, Francia «está al borde del caos y la crisis sin precedentes del endeudamiento, en una geografía mundial inquietante».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Artículo solo para suscriptores
¿Cuál es tu Reacción?






